“LA SAGRADA FAMILIA” O “EL GRUPO DE LA CALLE GALEANA”.
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- Miguel Naya Guerrero estuvo auto exiliado hace algunos años en la Ciudad de New York. Ahora de regreso y como regidor en el Ayuntamiento de la Capital, inició la guerra sucia, subterránea, en contra de la alcaldesa Victoria Labastida, y del jefe de la policía capitalina, Juan Felipe Sánchez Rocha
SAN LUIS POTOSÍ. MÉXICO. 22 DE SEPTIEMBRE DEL AÑO 2010.- Hablar de los medios de comunicación potosinos resulta harto complicado. En el estado prácticamente todos los llamados grandes medios informativos (particularmente los periódicos) tienen intereses muy particulares. Unos anteponen a todo lo económico. Otros privilegian los intereses políticos y las relaciones con tal o cual funcionario para manejar su línea editorial. Por ello, se ha vuelto común observar en los diarios potosinos acidas criticas o alabanzas disfrazadas hacia los diferentes niveles de gobierno, según sea el encono o el pago monetario.
Los diarios Pulso y San Luis Hoy que conforman la editora MIVAL propiedad del empresario-político Pablo Valladares García son un buen ejemplo de ello. En la pasada administración gubernamental que encabezó Marcelo de los Santos Fraga, ambos periódicos se distinguieron por mantener una línea dura y crítica hacia ese gobierno. Fueron del conocimiento público los desencuentros que hubo entre dichas empresas y el entonces mandatario estatal.
Marcelo de los Santos fue el auditor de Miguel Valladares García. Hubo amistad, Pero el grupo de la calle Galeana quiso todo, incluso, poner de rodillas a Marcelo. No se dejó. Como olvidar la ocasión en que el propio Pablo Valladares acudió a buscar a la jefa de prensa marcelista, María Luisa Paulín, quien al encontrarse en una reunión y avisada de la visita soltó a los ahí presentes: “discúlpenme, voy a atender al pendejo de Pablo Valladares”.
Miguel Naya Guerrero estuvo autoexiliado hace algunos años en la Ciudad de New York. Ahora de regreso y como regidor en el Ayuntamiento de la Capital, inició la guerra sucia, subterránea, en contra de la alcaldesa Victoria Labastida y del jefe de policía Juan Felipe Sánchez Rocha.
Travieso, Miguel Naya tiene a su servicio toda una red de espionaje que construyó durante 20 años de manejar las corporaciones policíacas en el Estado de San Luis Potosí, México. Antes, aquí no pasaba nada sin su permiso y sin su bendición. No se movía ni la hoja de un árbol sin el permiso de Miguel Naya. ¿Quizás hoy es igual o acaso los tiempos y las circunstancias han cambiado? En su tiempo, cuando tenían todo el control de la seguridad en la palma de su mano, cuando alguien quería saber ¿Quién y Porqué?, la sabiduría popular sólo se atrevía a exclamar con la voz muy bajita, entre dientes: “Yo No sé Naya”. Era un secreto a voces.
De Juan José Rodríguez Medina ya dimos un apunte y tiene una parte pendiente. Ya sabes, hay prioridades.
De Enrique Galindo Ceballos, ya publicamos una parte de su biografía no autorizada. Lo que recién hizo, según varias hipótesis de trabajo, fue filtrar los videos de las celdas de la policía municipal de la capital, donde se ve a 4 policías municipales que le dieron “un calambre o una calentada”, a una fardera que nadie encuentra porque dicen que era de la Ciudad de León, Guanajuato.
¿Quién o quiénes pueden vulnerar la seguridad del Estado, o del Municipio o del C3 o del C4, con la mano en la cintura, ser un soplón sin ser investigado e identificado y sin recibir castigo alguno? En manos de quién estamos, o mejor, en manos de quién está Fernando Toranzo Fernández.
Ahora bien: si ya filtraron videos a la prensa, si los sacaron e hicieron copias de una grabación que tenía más de 2 meses (26 de julio del año 2010) ¿qué más videos de seguridad han sacado, duplicado o filtrado, a quién y para qué? La filtración se hizo con fines de hacer daño a Victoria Labastida y a Juan Felipe Sánchez Rocha.
Pero si fuera cierto como pretende establecer otra hipótesis de trabajo, que la filtración fluyó a través de Juan José Rodríguez Medina, hacia los correo electrónico de los periódicos Pulso y San Luis Hoy, es evidente que la conjura también tuvo el propósito de “darle al pueblo circo, entretenimiento, distracción”, lanzando al foso de los leones a la policía municipal y a Victoria Labastida, para salvar de LA TERRIBLE CRISIS DE IMAGEN a su gobernador Fernando Toranzo Fernández, a quién la matanza imparable de, ya al día de hoy, 93 personas, entre ellas mujeres y niños, no puede ocultar su fracaso en materia de seguridad, así como su incapacidad para gobernar a San Luis Potosí, del que como dijo Marcelo “no estaba preparado”.
Fernando Chávez Méndez, siendo secretario particular del gobernador Fernando Silva Nieto, protagonizó uno de los episodios más bochornosos, humillantes, denigrantes, bajunos y gansteriles que recuerda la sociedad potosina: le escupió la cara al Director de Seguridad Pública Municipal, Elías Peñasco. Borracho, violento, entró a la comandancia de la policía municipal de la capital, para sacar a su hermano que había sido detenido en un retén anti alcohol, instalado en la Alameda Juan Sarabia.
Pero les seguiré contando de Pablo Valladares. Ya en la campaña por la renovación del Gobierno estatal, Pablo Valladares puso a disposición del candidato priista al Gobierno, Fernando Toranzo Fernández, tanto al Pulso como al San Luis Hoy, que no se limitaron a resaltar las acciones de campaña del médico, sino que también cuestionaron duramente al candidato opositor, el panista Alejandro Zapata Perogordo, al grado de llegar a la ofensa y tacharlo de alcohólico y demás calificativos negativos.
Ya con Toranzo en el Gobierno, Pablo Valladares ha dejado de lado la línea editorial dura que caracterizaba a ambos diarios, para convertirse en los principales aplaudidores de sus obras y acciones. Claro está, con el consabido pago de gacetillas e inserciones tasadas con varios ceros. Y es que la intención de Pablito no es sólo económica, sino que su sueño dorado es convertirse en Gobernador y para ello logró incrustar en el equipo torancista a varios de sus colaboradores cercanos, quienes desde adentro estarían allanándole el camino para ello.
Otro ejemplo de que Pablo Valladares, el Pulso y el San Luis hoy se han convertido en unas prostitutas de la información que se venden al mejor postor, es el Ayuntamiento de Soledad de Graciano Sánchez, hoy en manos del perredista, Ricardo Gallardo Juárez, quien rara vez es criticado o señalado en tales diarios. Por el contrario, sus acciones son resaltadas por nimias que estas sean. Trato completamente diferente al que dieron al ex Alcalde, Juan Manuel Velázquez Galarza, quien diariamente fue vilipendiado prácticamente durante los tres años de su gobierno.
No se trata de defender al también llamado “Famy”, quien se destacó por verse envuelto en diversos actos de corrupción, sino sólo señalar la diferencia que existe en el manejo informativo y que solamente se debe a un motivo: el dinero.
A Juan Manuel Velázquez, Pablo Valladares le propuso un trato: o vendemos periódicos o publicidad, le dijo el empresario-político al ex Alcalde, quien preguntó de cuanto sería el “paquete publicitario”, recibiendo por respuesta que nada más 50 mil pesos mensuales. El “Famy” dijo que sí, pero nunca cumplió y en respuesta recibió una larga y constante campaña de desprestigio, que hoy no se ve hacía Ricardo Gallardo, por lo cual podemos suponer que el auto nombrado “papá de los pollitos” -o señor de los pollos y gallinas como le dicen otros- está pagando una jugosa cantidad a la editora MIVAL. Qué bonito negocio.
Quienes conocen a Pablo Valladares en su faceta de político miembro del PRI, lo señalan como un tipo sin visión ni idea del partido que lo llevó a ser diputado local por la vía plurinominal hace algunos años. “Pablo Valladares es un sujeto que desde joven ha dejado ver que es inestable emocionalmente”, refieren de él.
“Pablo siempre ha manejado una doble moral que se ve reflejada en la agresión que hace desde sus diarios a todo aquel que no se doblega a sus caprichos e intereses y basta recordar la campaña de desprestigio que realizó primero con Jorge Arreola Sánchez y luego con Adolfo Micalco Méndez, ambos ex dirigentes del PRI que si bien es cierto cometieron una serie de atropellos e irregularidades, también fueron víctimas de un exagerado golpeteo del Pulso y San Luis Hoy”.
Pablo Valladares dice conocer la ética y la define de la siguiente manera: “La ética profesional es en esencia ser congruente, tienes que ser ético en tu vida personal para poder ser ético en la vida profesional”. Esto fue dicho por Pablito en una entrevista que otorgó como ex alumno de la Universidad del Centro de México (UCEM) para la página de Internet que publica experiencias de sus ex alumnos, aunque en el desempeño diario del empresario al frente del Pulso y el San Luis Hoy parece expresar todo lo contrario, pues cotidianamente podemos apreciar en ambos medios lo que es la falta de ética y la búsqueda ante todo de sus intereses económicos y políticos.
¿De verdad conocerá Pablo Valladares la ética? ¿Acaso el dueño del Pulso y el San Luis Hoy es congruente? Lo dudamos. En fin que el también ex diputado local se esmera en demostrar que tanto el Pulso como el San Luis Hoy no representan en la actualidad una sólida opción informativa para la ciudadanía, pues la mayoría de las notas que difunden son sesgadas, manipuladas o pagadas.
El empresario-político utiliza para sus fines a sus esbirros que escondidos atrás de la impunidad que les brinda una pluma abusan de sus espacios periodísticos para denostar y atacar sin piedad como perros feroces a quien osa atravesarse en sus intereses políticos y económicos, claro la mayoría de las veces amparados en el anonimato que les permiten sus columnas o bien mediante el manipuleo de los reporteros a su cargo y cuando hay una información que afecta a sus intereses, sencillamente no la publican.
Pablo cuenta entre sus huestes con gente como Adriana Ochoa y Armando Acosta Díaz de León, ácidos críticos de lo que les conviene criticar, mientras ambos aprovechan su influencia ante las figuras públicas para gestionar favores, colocar gente en la burocracia y por supuesto recibir importantes dádivas por señalar o alabar según sea el caso.
Historias de estos personajes hay muchas, algunas ampliamente conocidas entre el gremio de periodistas y los propios funcionarios públicos, que por supuesto se quedan sólo en comentarios ante el temor que de hacerse públicas tanto el Pulso como el San Luis Hoy despedacen a quien se atreva a hacerlo.
Esto bien podría ser motivo de una edición especial, pues no bastaría el espacio de unas cuartillas para detallar todas y cada una de las escandalosas corruptelas que se han tejido por años entre quienes dirigen el Pulso y el San Luis Hoy. Es un compromiso.
¿Tu le crees al Pulso y al San Luis Hoy? Yo no.